lunes, 16 de marzo de 2015

ROBESPIERRE IGNORADO
"Pagina Siete", Domingo 18 de Marzo de 2012.


Arq. Juan Carlos Calderon Romero
Premio nacional de cultura


El centro histórico de la ciudad de La Paz esta a punto de ser intervenido arquitectónicamente a una escala que no se había realizado en décadas. La imagen urbana de la ciudad se transformará absolutamente si las dos estructuras de varios pisos que se proyectan detrás y contiguas al Palacio de Gobierno y al Palacio Legislativo se hacen realidad.

Cabe, entonces, reflexionar acerca de las consecuencias que tales obras acarrearán. En el campo del diseño urbano, una ciudad tiene que ser considerada globalmente, no como un gran ente estático a ser resuelto en un dibujo bi-dimensional, sino como un organismo viviente que ha nacido siglos atrás en el cruce de dos vías?, y se ha desarrollado en el tiempo hasta llegar a su fisonomía actual.  

Todas las intervenciones, buenas o malas, que han realizado sus habitantes a lo largo del tiempo, están plasmadas en una especie de estratificación volumétrica espacial que nos permite ver el libro abierto de su historia.

De esa lectura, de esos hotos, un grupo humano adquiere su memoria colectiva, el instrumento que los hace trascender el aquí y el ahora, lo conduce a considerar el pasado y vislumbrar el futuro.   

Ciudad de Mexico constituye un magnífico ejemplo de como esa memoria colectiva se expresa en el respeto que tienen sus habitantes hacia su impresionante arquitectura, desde las obras realizadas por los Aztecas en la gran Tenocchtitlán hasta los logros de los talentosos arquitectos del presente.

En los últimos años el centro histórico fue restaurado tan exitosamente que lo que en antaño fue un área peligrosa atestada de edificios en alto estado de deterioro, se convirtió en una zona segura desbordante de construcciones recicladas que albergan un sinnúmero de actividades.

Despojándonos de nuestra frívola indiferencia y del siniestro poder de nuestra ignorancia, los paceños y en realidad todos los Bolivianos deberíamos aprender de tales éxitos.

La historia de la humanidad esta plagada de obras que, ya sea por descriteriadas buenas intensiones o por agresiones culturales lanzadas a los cuatro vientos para confirmar "la verdad absoluta" de los ofensores, han destruido a lo largo de los siglos los tesoros culturales.

Solo cabe recordar los afiebrados planes de Hitler para construir ubn nuevo Reich que iba a durar mil años, o la demolición en Moscú ordenada por Stalin de una de las grandes catedrales de Rusia para edificar en su lugar el "Palacio del Pueblo", obra inconclusa que termino convertida en una gran piscina.

Loa revolución cultural China destruyó ciegamente centenas de milenarios templos y los dorados escombros fueron irónicamente vendidos como souvenirs en una tienda de California de donde por 20 dólares un arquitecto boliviano rescató un pequeño dragón tallado, uno de sus tesoros. 

La lista suma y sigue ad nauseum: no tan lejos de Chuquiago, el Cuzco en un buen ejemplo de como la soberbia del conquistador arrasa con la obra del conquistado.

Y ya en nuestro medio, está la destrucción de la plaza del San Francisco, hasta hace poco la verdadera "plaza del pueblo"  con sus multitudinarios encuentros folclóricos  religiosos y político, y que fue desvirtuada con una obra realizada tercamente contra las advertencias de profesionales y vecinos, que a la larga fueron confirmadas por el rotundo fracaso.

Pero ¿que tiene que ver Maximiliano Robespierre con estas reflexiones? ¿Por qué estas lineas estan encabezadas con su nombre? La respuesta es simple: la revolución Francesa que él lidero antes de caer bajo la guillotina fue el detonante popular que eliminó el abusivo poder de las monarquías absolutas.

Las nuevas ideologías abrazaron como símbolos culturales a las utopías de la Grecia antigua,  500 años antes de Cristo, ya habían establecido los principios de su legendaria democracia.

No es de extrañar, por lo tanto, que la nueva realidad se hubiera identificado con los principios de un pasado lejano que reflejaban sus deseos. El arte fue la expresión de ellos, en arquitectura se desecharon todas las elaboradas formas del Barroco, las sinuosidades del Rococó y se eligieron formas simples, desprovistas de elementos innecesarios.

En los albores del siglo XIX las nuevas naciones de América Latina, enamoradas de las nociones de libertad, igualdad y fraternidad, desecharon toda simbología Iberica, abrazaron con entusiasmo esta nueva estética y, ante la imposibilidad de demoler ciudades, se contentaron con cambiar y afrancesar las fachadas de sus casonas y en algunos casos hasta remodelar sus templos coloniales como testigos de la libertad lograda.

Un periódico decimonónico de La Paz se lamenta desde su editorial de que después de tantas décadas de independencia, todavía existan en la ciudad mas de 70 balcones coloniales. Pocos números después, el editorialista felicita a la comuna por "haber dejado que solo dos de ellos permanezcan intactos".

Como resultado, La Paz, lejos de ser una ciudad colonial, es mas bien, y por excelencia, una ciudad republicana, una urbe que en su centro histórico constituye la expresión misma de nuestros valores de independencia, "cuna de la libertad" como dice el Himno.

Quienes la llaman colonial exponen su ignorancia y causan que el cadáver sin cabeza de Robespierre se estremezca en su gala tumba.

Nuestra plaza Murillo exige todos los valores republicanos mencionados: la simplicidad del frontis del Palacio de Gobierno, y la parca fachada de la catedral salvada por el brillante Antonio Camponovo ante los intentos de tornarla en un templo neogótico, la cúpula del Palacio Pegislativo, también diseño de Camponovo, hermana de otras tantas parecidas, desde la magnífica de la Habana hasta la no menos impresionante de la capital argentina, todas republicanas.

Cuanta ironía esta implicada en el intento de ampliar las dos estructuras gubernamentales construyendo sendos edificios de varios pisos contiguos a los actuales para minimizar, según las autoridades, el aspecto "colonial" de estos.

¿No estamos a rajatabla intentando independizarnos del "imperio"? ¿Por qué, entonces, invadir nuestro centro histórico, el emblema de nuestra patria, con estructuras que por su volumen y altura son precisamente la característica arquitectónica con la cual el país del norte a clonado a Manhatan en todo el mundo.

La cultura universal se asemeja, desde sus albores hasta nuestros días, a un vasto telar vertical sobre el cual las expresiones de diferentes civilizaciones han sido hiladas en sus diseños horizontales a lo largo de milenios. Por ellos podemos apreciar el valor de sus trabajos, reflejos ellos de sus éxitos y fracasos, de su fugaz existencia o de la permanencia de sus ideas.

Errores evidentes pueden ser corregidos en esquemas posteriores, pero no es posible, sin embargo, cercenar los hilos verticales de la trama ya que ello significaría la destrucción del tejido mismo.

Volviendo al tema urbano, la similitud se hace evidente. Construyamos ciudad con el asesoramiento de profesionales entendidos, con la exposición al público de un determinado emprendimiento, con la opción de los vecinos.

Dejemos que todos aquellos que piensen que sus derechos y los de la urbe corren peligro puedan acudir a recursos legales para presentar sus objeciones. Todas las democracias del mundo actúan así. No ignoremos al joven y hasta entonces idealista Robespierre.



                                                                                                                          

    

La Casa Grande del Pueblo romperá la armonía del centro histórico de La Paz

Pagina Siete domingo, 01 de marzo de 2015
Alejandra Pau / La Paz

Tres arquitectos realizan observaciones a la construcción ante las razones del FNDR.

La construcción de la Casa Grande del Pueblo o nuevo Palacio de Gobierno, en el centro histórico de La Paz, ha motivado diferentes observaciones de arquitectos sobre la armonía de su diseño con el entorno, a la esencia de su diseño que, según el Estado, corresponde a un estilo "moderno tiwanacota”, a su imponente envergadura, a la sombra que llegará a proyectar sobre la plaza Murillo, entre otros factores.
La construcción de la Casa Grande del Pueblo fue declarada prioridad nacional mediante Ley del Estado Plurinacional N° 313, promulgada el 7 de diciembre de 2012. En 2013, el Gobierno Nacional invitó a la presentación de propuestas volumétricas del nuevo Palacio de Gobierno.

Sobre la base del diseño ganador del concurso se encomendó al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) la realización del Estudio Técnico, Económico, Social y Ambiental (TESA), que contempla el diseño arquitectónico y estructural, la instalación eléctrica e hidrosanitaria, además de instalaciones especiales.

Después de determinar y adquirir el lugar para la construcción, se derribó la casa de Alencastre, un edificio de categoría patrimonial, ubicada en la calle Potosí y Ayacucho, para iniciar las obras en octubre de 2014.

El arquitecto Juan Carlos Calderón hizo algunos bocetos basado en lo que será la imponente construcción. Él y otros dos arquitectos manifiestan sus observaciones respecto al edificio.

"En urbanismo lo que corresponde es que haya una armonía entre todos los elementos. En ninguna parte del mundo van a hacer un edificio de más de 20 pisos adosado a un Palacio de Gobierno, pegado, porque ni siquiera tiene espacio”, dice Calderón.

En ese marco, según explica, los vitrales de la Catedral -que es republicana y no colonial- se verán tapados por la construcción, lo que provocará que no ingrese luz natural al templo.
Cuestiona también que el acceso a la construcción de gran envergadura sea por la calle Potosí, una vía angosta, además de la sombra que proyectará en determinadas horas del día sobre la plaza Murillo.

Calderón destaca que sus opiniones no son una crítica a un partido político, pero sí a lo que define como "el siniestro poder de la ignorancia” en cuanto a la arquitectura, algo que ha ocurrido siempre en la ciudad de La Paz.

La armonía y lo andino

Página Siete consultó en el FNDR sobre las razones por las que se decidió por una construcción moderna andina o tiwanacota y no así que se complemente con la arquitectura del centro histórico.
La institución respondió: "Muchas edificaciones en la zona ya no mantienen su diseño original, no se realizaron trabajos de mantenimiento, conservación y preservación, por lo que no consideramos que sea este proyecto el que afecte a la armonía del paisaje urbano de la zona”.
Para el diseño del edificio se rescataron los principios de complementariedad Alaxpacha (el mundo de arriba), Akapacha (el mundo de aquí) y Manqhapacha (el mundo de abajo y adentro). Y los principios del ama sua (no seas ladrón), ama llulla (no seas mentiroso) y ama kella (no seas ocioso), que son los fundamentos del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia.
Ellos fueron incorporados en forma de columnas y líneas en el diseño del proyecto, como una manera de rescatar la historia y cultura indígena de los pueblos, promover los principios ético-morales y valores del vivir bien, según informaron las autoridades al presentar la maqueta de la Casa Grande del Pueblo.
¿Un estilo andino?
El arquitecto Carlos Villagómez señala que "la esencia en arquitectura no es resultado de una simple decoración o emplasto. Debe nacer de las entrañas mismas del proyecto y reflejarse honestamente como en el ejemplo del Monoblock de la UMSA, de Emilio Villanueva”.
Villagómez argumenta que toda la ciudad está y estará edificada en el Akapacha, y pretender reflejar los tres niveles existenciales del mundo andino en un edificio es un despropósito conceptual. "Con ese criterio todos los sótanos serían Manqhapacha, lo cual es un sinsentido y, peor aún, una desacralización inaceptable del animismo andino”.
Al respecto, el presidente del Colegio de Arquitectos de La Paz, Wálter Hoz de Vila, indica que el concepto que se le quiere dar al diseño no responde a la esencia que se quiere transmitir.
"Vamos a poner un edificio que no tiene nada que ver con el entorno, por la supuesta intención de rescatar los valores que han mencionado. ¿Cómo tendríamos que interpretar esa cosmovisión en lo referido a la arquitectura y a la infraestructura? Es una agresión a la ciudad de La Paz”.

Desde su perspectiva, el diseño debió responder a un concurso, en el que se satisfagan las necesidades del Gobierno, pero también la cosmovisión imperante en la zona, sin tener que destruir la memoria histórica de La Paz y el país.

"Este edificio, y no es exageración, destruye para siempre el centro histórico. Ello, porque de aquí a 20 o 30 años, si lo quieren demoler, no se va a poder, ya que para ello tendrían que demoler lo que está alrededor y eso no se puede hacer”, añade Calderón.

Sobre el helipuerto, Calderón y Hoz de Vila señalan que al estar sobre los 3.600 metros y en una "hoyada”, se corren riesgos que deberán ser detenidamente estudiados por los constructores.

Para Calderón, es necesario respetar la parte precolombina de la historia que compete a Bolivia, pero no se puede ir copiando puertas del sol porque ya no corresponde a la época actual.

Para el arquitecto Villagómez, el proceso de cambio que vive Bolivia, que es, sin duda alguna, una revolución significativa en su historia política, merece algo más que esa muestra desproporcionada de arquitectura.
"Pienso y creo que con los recursos actuales se pueden recuperar la espacialidad de los atrios, plazas y espacios públicos prehispánicos, en una obra con mayor ambición artística y simbólica. Se puede lograr, en este siglo XXI, algo potente y recio, como las obras que hicieron a principios de siglo XX”.
Villagómez concluye al argumentar que los promotores no retrocederán en su voluntad de llevar adelante ese edificio, pero, una vez construido, esa estructura quedará como "testigo insobornable” de un momento de la historia boliviana.

Datos de la Casa Grande del Pueblo

Costo El presupuesto aprobado para la ejecución de la Casa Grande del Pueblo es de 252,4 millones de bolivianos, que incluye el diseño, demolición, construcción y supervisión. Este presupuesto, que proviene del Tesoro General del Estado, a la fecha se mantiene vigente, según información del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).
Construcción Las obras de construcción estarán a cargo de la Empresa Constructora TAURO. La selección se hizo a mediante Licitación Pública Internacional. La construcción de la Casa Grande del Pueblo demandará una inversión de 231.602.423 de bolivianos (monto adjudicado). El plazo de entrega de la construcción es de 840 días calendario.
29 niveles La infraestructura final contará con 29 niveles, de los cuales 23 servirán como salas de reuniones, despachos, auditorios y oficinas. Además contará con un helipuerto, un parqueo presidencial, sótanos y un nivel de ventilación.
Fiscalización La fiscalización está a cargo del FNDR, que controla que tanto el contratista (obras) como la supervisión (supervisión técnica) cumplan los contratos suscritos con el Ministerio de la Presidencia.

miércoles, 14 de enero de 2015

CASA ALENCASTRE DESDE EL BALCÓN DEL MINISTRO DE CULTURAS


 IMAGEN 
FOTOGRAFÍA SACADA DE UN BALCÓN DEL PALACIO CHICO, EDIFICIO QUE ACTUALMENTE ALBERGA A LAS OFICINAS DEL MINISTERIO DE CULTURAS, DESDE EL DESPACHO DE PABLO GROUX ACTUAL MINISTRO DE CULTURAS ESTA ES  LA VISTA DE LO QUE ANTES FUE LA CASA ALENCASTRE PATRIMONIO CULTURAL URBANO, ESPACIO EN EL QUE ACTUALMENTE SE VIENE CONSTRUYENDO LA "CASA DEL PUEBLO".


SEGUN EL: 

DECRETO SUPREMO N° 29894

ESTRUCTURA Y ATRIBUCIONES ESPECÍFICAS DE LOS MINISTERIOS DEL ESTADO PLURINACIONAL.

ATRIBUCIONES DEL MINISTRO DE CULTURAS.

b) Proteger las riquezas culturales, religiosas, históricas y documentales; promoviendo su custodia y conservación.


d) Establecer y ejecutar políticas de protección, conservación, restauración y custodia de monumentos, inmuebles y de todo el patrimonio material que se considere de interés histórico, religioso y cultural.

k) Efectuar el seguimiento y control de las instituciones nacionales y extranjeras, en el cumplimiento de las normas de conservación y custodia del patrimonio histórico, arquitectónico, arqueológico, artístico, religioso, etnográfico y documental.


LA IMAGEN NOS MUESTRA CON ELOCUENCIA LA POSICIÓN DEL ACTUAL MINISTRO DE CULTURAS DETRÁS DE LAS REJAS ENCERRADO, CASI PRESO, ENCARCELADO EN SU PUESTO SIN EL PODER DE INTERPELARSE A SI MISMO, SIN ANALIZAR SU ENTORNO PRESO DE LA MIOPÍA DEL PODER, DEBERÍA DARSE UNA VUELTA POR LA CIUDAD Y REPENSAR SUS CONCEPCIONES DE PATRIMONIO CULTURAL.